Rompió su récord de España con 14,87 metros

Ana Peleteiro vuela hasta la medalla de bronce

Ana Peleteiro vuela hasta la medalla de bronce
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Ana Peleteiro consiguió la gran gesta de su carrera con un bronce en los Juegos Olímpicos que sabe a oro. La saltadora española completó un concurso extraordinario que la llevó a volar hasta los 14,87 metros, el nuevo récord de España para una campeona que, como pasa con los elegidos, se crece en los momentos importantes. Nacida en Ribeira hace 25 años, Ana lleva con nosotros desde que en 2012, con 16, maravillara al mundo con un oro en el Mundial Junior y ahora, nueve años después, cierra el círculo con un espectacular bronce olímpico. Yulimar Rojas se proclamó vencedora con el récord del mundo, merced a un último salto de 15,67.

La gallega sabía que tendría que saltar lo máximo para aspirar a un metal y su segundo salto, después de un notable primero, se marchó a los 14,77 metros. Récord de España y tercera provisional, por detrás de los casi inalcanzables 14,91 de la portuguesa Patricia Mamona y los 15,41, a sólo nueve centímetros del récord del mundo, con los que se estrenó su compañera de entrenamientos, la venezolana Rojas.

Quedaba muchísima competición y rivales consagradas por la lucha por las medallas. Además de las mencionadas Rojas y Mamona, Minenko, la vigente campeona Ibargüen, Ricketts o la cubana Povea también apretarían por la medalla. Mientras, Ana mantenía el rostro serio que ni siquiera torció en sonrisa al conocer su récord de España, lo segundo más buscado por la gallega. Lo primero, primordial y único objetivo era una medalla.

Una mujer en una misión, una misión que vale los 14,87 metros de su quinto salto y que suponen un bronce que iba a ser inamovible para una saltadora histórica que rompe récords para España. Ricketts había arrebatado el bronce de Ana del cuello con unos 14,83 que no la movieron de su visión. Había visto el metal, en este caso de bronce, y debía superar de nuevo su récord. Un talonamiento perfecto, batida increíble, la perfección dentro de las mortales que vale un tercer puesto y la séptima medalla para España.

Yulimar rompe el récord mundial

Sus rivales no pudieron superarla y Ana se quedó con una merecida parte del protagonismo que copó Yulimar Rojas. La venezolana se había estrenado quedándose a nueve de un récord del mundo que, estaba escrito, batiera con un último triple salto de órdago, que la elevó hasta los 15,67 metros y resquebrajó la marca de Inessa Kravets, en una marca de 1995. Extraordinaria Rojas y espectacular Ana, en una noche olímpica inmejorable para el atletismo mundial y que pasa a la historia en el español.

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